8 recomendaciones para sobrevivir a tu confinamiento frente al coronavirus COVID-19
Solo nuestros mayores pueden recordar tiempos en los que salir a la calle conllevaba un peligro que atentara contra tu salud y la de las personas que te rodean. Hemos nacido en un mundo donde la evolución económica y tecnológica han sido prácticamente constantes.
Algunos recordaréis la época en la que solo había un teléfono fijo en casa, y dónde como mucho tenías un televisor (con suerte a color) y obviamente sin mando a distancia para compartir una reducida programación en familia. Poco a poco llegó internet y esa conectividad y velocidad propias de un caracol marcha atrás, épocas en las que convivias con las enciclopedias y diccionarios en casa, dónde los trabajos del colegio se escribían con la máquina de escribir, y dónde las bibliotecas no solo servían para estudiar exámenes. Eran fuente de contenido escrito, visual, y audiovisual dónde podías pasar tardes enteras con tus amigos.
Poco a poco llegaron los teléfonos móviles, cada vez con mejores prestaciones pasando de la sola llamada a los sms, mms, y llegando hasta la video llamada tan utilizada en estos días.
Y con toda esta evolución económica y tecnológica, cuanto más conectados estábamos unos con otros y más movilidad y posibilidades habían de viajar. Más se mermaba nuestra capacidad de escucha interna, de reposo, de atención plena, de conexión con la naturaleza… Nos hemos creido que el éxito viene de la mano del dinero, de la mejor apariencia física y de hacer ver que nuestra vida es más que perfecta.
Y justo en este preciso momento, dónde solo valía el más por más. Nos enfrentamos a una pandemia mundial que por primera vez en décadas nos obliga a no salir de nuestras casas, a compartir tiempo con nuestros seres queridos a simplemente ser y estar porque el futuro cambia tan rápido que por primera vez percibes que no tiene nada de real, porque lo que no permanece no debe ser real.
Pasadas las primeras semanas de “encierro” cuándo ya has batido todos los records a los que te han retado vía online, cuando ya has terminado de ver todas las series de HBO, Netflix y Amazon Prime, cuando ya te has bebido toda la cerveza, vino y copas que has querido…te despiertas un día y te dicen que el confinamiento no es que solo se alargue 15 días más, si no que es del todo indefinido.
¿Ante esta situación que nos queda? Ante esta situación nos queda la gloria, lo infinito.
Aquí van mis recomendaciones para estos días:
Dónde más que nunca, nada permanece y todo lo que adorábamos desaparece:
Disciplina y rutinas:
Sé que estamos en casa y que cuesta todavía más si cabe madrugar, asearte y preparar tu entorno de trabajo. Pero solo diseñando un programa de vida en el que aproveches tu potencial como ser humano, a la vez que implementándolo encontrarás paz y después gloria.
Pon atención a tu alimentación:
Somos la herramienta más compleja y potente que existe sobre la faz de la tierra, y nos hemos llegado a creer que con ducharnos y lavarnos los dientes, la maquina funciona a la perfección y con todo su potencial. Es como pensar que en un coche, solo con poner el limpiaparabrisas de vez en cuanto y quitar el polvo del cristal para ver la carretera lo tienes todo hecho. Pongamos atención a nuestra dieta, no voy a entrar en el tipo de dieta ni en los alimentos, solo escuchemos a nuestro organismo y así iremos aprendiendo a dialogar con el, porque solo con esa actitud aprenderemos todo lo que necesitamos saber. Si te cuesta dormir, antes que pensar que es por la ansiedad que te provoca la situación actual, piensa en cuales son tus rutinas antes de ir a la cama, porque si haces ejercicio pasadas las 20:00h de la tarde, cenas lo que pillas en la nevera y en cantidad, tomas dulces, tal vez alguna copa y lo rematas viendo una película de acción y revisando 30 veces tus perfiles en social media. Sin duda, no nos estamos escuchando como debiéramos. ¿O acaso le pones cocacola y mentos a un coche que funciona con gasolina?
Ejercicio físico:
Si antes lo hacías, no podrás dejar de vivir sin el, si antes no practicabas ningún tipo de ejercicio físico, ahora es impepinable que lo hagas. No puedes aparcar la moto en el garaje, ponerle una manta encima, ya los 3 meses querer salir a pasear con ella por la playa. Tienes un sinfín de actividades que puedes prácticar, si no sabes cual, San Google te ayudará y en tu APP Store encontrarás la aplicación que te controle los tiempos a dedicar.
Lectura y estudio:
Siempre decímos que no tenemos tiempo de hacer esto y aquello y de aprender una u otra cosa. Ahora, precisamente tiempo es lo que tienes, y no me vale que argumentes que entre las palmadas de las 20:00h y la cacerolada de las 22:00h a la vez que mientras preparas tu reto del baile para subirlo a redes no tienes tiempo. Creía que esto ya lo habíamos pasado. Antes de tomar cualquier libro, piensa en sobre que te gustaría leer, o aprender, incluso piensa en para qué, también en si tuvieras ese nuevo conocimiento en que lo implementarias. Motiva tu elección y se fiel a tu decisión. Volviendo a la analogía del coche, sería como si de repende un día te da por leer el manual del vehículo y descubres que hay una nevera en la guantera, un modo turbo que no conocías y calefacción del los asientos, y todo te lo habías perdido por no leer.
Espiritualidad:
No importa que seas cristiano, musulmán, hindú, budista, ateo o pecador. Seguro que hay una cosa que si que eres, un ser humano. No tengas miedo a filosofar, a preguntarte quien eres, que haces aquí, a que has venido a este mundo. Abre ese cajón que tanto tiempo ha estado tapado y surfea entre preguntas y respuestas, debate en las videollamadas sobre alguna en concreto, expón tus ideas, escucha, aprende y comparte. Que sería del mundo de la automoción si miles de creativos, ingenieros, informáticos, diseñadores y soñadores no se pusieran en torno a una mesa a crear. Obviamente en esta ocasión no es una analogía sobre lo absoluto, pero si nos ayuda a prestar atención en la grandeza de la creación. Al igual que valoras un nuevo modelo de coche, cuanto hace que no valoras un amanecer, un atardecer, simplemente poder respirar…
Misión y Visión:
Que estás haciendo en tu día a día, digo antes del confinamiento. ¿Cuáles eran tus rutinas? ¿A que te dedicas profesionalmente? También que otras lista y enumera todas las demás actividades que sueles tener en tus rutinas, piensa en para que lo haces, que quieres conseguir, y también piensa si funciona. Trabaja en tu misión personal para poder proyectar tu visión. Puedes trabajar con dos variables, una corta de 5 años ¿Cómo quiero que sea mi vida en el año 2025? Y con otra variable de larga duración ¿Cómo quiero que me recuerden cuando termine mi vida?. Solo baila entre estas preguntas, escúchate y si puedes, sin miedo, contestalas.
Mindfulness:
Que difícil y que maravilloso es simplemente ser y estar. Tal vez sea el mayor reto al que nos enfrentamos. No porque tengas disciplina y rutinas debes ocupar todo tu tiempo. Recuerda que los silencios e inactividad también llenan el tiempo. Puedes empezar con Dharana (concentración), sin juzgarte, invitando a los pensamientos a que salgan a por el pan mientras estás en tu momento de silencio que quien sabe, tal vez te lleve hasta a meditar. Incluso antes de arrancar un coche, hay un momento de atención plena con la maquina. Giras la llave del contacto, paras unas milésimas de segundo, momento en el cual se activa el sistema y después arrancas. Recuerda que en el silencio, es dónde se produce la magia, así que no dejes pasar ese espectáculo.
Reposo:
Estando en casa, puedes retomar la gran costumbre mediterránea de hacer la siesta, no excedas los 15 minutos de siesta. Con eso es más que suficiente para reparar tu sistema y seguir con tu actividad. Es prácticamente una relajación más que un sueño profundo. En yoga le llamamos Savasana o la postura del cadáver. Y por supuesto respeta tu ciclo de sueño, para preparar tu organismo para la próxima jornada. Con unas 7h u 8h si eres un adulto será más que suficiente siempre y cuando el sueño sea reparador.
¿Cuál es mi rutina para estos días?
06:00h y las 09:00h Meditación, hatha yoga y estudio.
09:00h y las 09:30h Desayuno completo
09:30h y las 16:30h Trabajo (con un break de 30 min para comer)
16:30h y las 19:00h Ejercicio físico, reposo y tareas.
19:00h y las 22:00h Ocio cocina y cena.
Y tu, ¿tienes ya tu programa diario?
Puedes iniciarte en el yoga en mi canal de YouTube: Clase de Yoga (Nivel principiante 1)
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