Roberto Regal

10 hábitos para reducir la ansiedad

La ansiedad es la emoción que todo el que no conoce suele ridiculizar en alguna conversación con familia, amigos o compañeros de trabajo. Seguro que en alguna ocasión has escuchado:

 

Trabajador 1: ¿Has visto a Paco?

Trabajador 2: No ha venido, Paco esta de baja.

T 1: ¿De baja? ¿que le ha pasado?

T 2: Pues dice que tiene ansiedad, ya ves tu…

T 1: ¿Ansiedad? (risas) Ansiedad tengo yo con mi mujer, los niños y el trabajo que me llega hasta las orejas ¿Pero él? Por favor, si está todo el día en su despacho, de comida en comida con clientes y sin dar palo al agua. Que vergüenza.

T 2: Pues eso pienso yo, mira lo que te digo, como me canse un día haré lo mismo que él y listo.

 

¿Crees que estos dos empleados han sufrido un ataque de ansiedad en su vida? Correcto, la respuesta es NO. Solo quiénes no han vivido un episodio de estas características se permiten frivolizar sobre estas situaciones.

 

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción que nos prepara para enfrentarnos a una incertidumbre o amenaza, es adaptativa y es buena ya que cumple su función, el problema es cuando se convierte en patológica y acentúa su intensidad ante estímulos que no requieren su respuesta (más información en Psicoterapeutas y Cuidateplus)

Se trata de una emoción que se caracteriza fundamentalmente por ser desagradable y por tener un grado de intensidad alto.

Las emociones tienen un triple sistema de respuesta, fisiológica, cognitiva y conductual.

Por lo tanto, si queremos profundizar en el conocimiento de nuestra mente y por tanto de como nos afectan las emociones que sentimos como seres humanos, tendremos que trabajar nuestro coeficiente de inteligencia emocional y percibir con detalle cuando sentimos ansiedad, comprender qué situaciones o pensamientos hacen que sintamos ansiedad y por fin poder trabajar en la gestión de nuestras emociones.

 

“…un 20% de la población sufre episodios de ansiedad pese a que en la mayoría de los casos no son conscientes de ello…” Sanitas.

 

¿Cuáles son los síntomas?

Podemos empezar a sentir ciertas respuestas fisiológicas como una taquicardia, falta de aire, sudoración en nuestras manos o incluso llegar a una sensación en la que pensamos que vamos a perder el conocimiento.

Psicológicamente notaremos inquietud, agobio, miedo a perder el control, incluso podemos llegar a pensar que nuestra muerte es inminente.

Incluso cognitivamente notaremos serias dificultades a la hora de prestar atención o concentrarnos y socialmente.

Son solo algunos síntomas, la lista es mucho más larga y cada ser humano puede experimentar sus propios síntomas que no tienen por qué ser iguales a los que experimente otra persona.

 

¿Qué debo hacer si tengo un ataque de ansiedad?

Pues mi recomendación es que, en primer lugar vayas a visitar a un psicólogo, ya que son los profesionales más indicados en resolver las patologías mentales con las que nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida, si te encuentras en esta tarea te recomiendo encarecidamente que contactes con Raquel Regal psicoterapeuta de Necesitounpuntoyseguido además de mi hermana es una excelente profesional. Finalizado el tratamiento, una vez tengas tus propias herramientas de trabajo puedes continuar con tus rutinas y quién sabe si tal vez alcanzar nuevos objetivos en tu vida. En este caso como coach, con mucho gusto te podré ayudar. Tienes una vida y son infinitas las posibilidades que esta te ofrece, como bien reza el título de uno de los libros de mi mentor, amigo y colega Cesar Piqueras, solo debes creer para ver. Cree en ti, sueña, esfuérzate con pasión y logra tus objetivos.

Y ahora sí, comparto contigo los 10 hábitos que te harán convivir mejor con la ansiedad.

 

10 hábitos que te harán convivir mejor con la ansiedad

 

  1. Desconexión tecnológica: Vivimos en un mundo hiperconectado que nos mantiene excitados en todo momento. Mi recomendación es que al llegar a casa, antes o después de cenar dejes el teléfono en modo avión cargando en una zona alejada de la cama. Al despertar por la mañana evita encender el teléfono nada más abrir los ojos. Despiértate, desayuna y antes de salir a la calle si quieres enciéndelo de nuevo.
  1. Desayuno: Es muy importante que desayunes, es una de las comidas más importantes del día, pero ¿Cómo lo haces? Cocina con delicadeza y cariño cada uno de los elementos del desayuno y siéntate a degustarlo. Evita las distracciones como la prensa, el móvil o la TV durante el desayuno, concéntrate en ese momento y en sus sabores. Siente el momento presente.
  1. Mindfulness: Meditar no es tarea fácil. Es como ir a un gimnasio, no puedes esperar milagros de un solo día. Los beneficios se recogen con la práctica constante. Escoge uno o dos momentos al día en los que dedicarte tan solo 5 minutos. Te recomiendo los 5 minutos antes del desayuno y los 5 minutos una vez te has puesto cómodo en casa antes de preparar la cena
  1. Walk Slowly: Si, pasear, algo tan fácil. Pasear no es correr. De igual modo que cuando vamos corriendo a todas partes nuestra mente va igual de rápido, si practicas el “walk slowly” notarás cómo tu mente se relaja. Sitios más idóneos, un parque, la playa, la montaña.
  1. Biblioteca musical: Afortunadamente todos tenemos a mano cualquier dispositivo conectado a la red que nos permite crear listas de música según nuestro estado de ánimo (véase Spotify). Prepara una lista con música relajante, del tipo que sea, música que te guste. Y cuando vayas caminando por calles concurridas, centros comerciales, o estaciones de metro con ambientes muy agitados, dale al play y sigue tu rutina.
  1. Mascotas: Pasear o acariciar a tus mascotas también te puede relajar, incluso jugar con ellos, si no tienes mascotas ¡no hay problema! Seguro que en tu localidad tienes gatobar cafés con gatos, perros o conejos a los que puedes ir a tomar un té o refresco mientras acaricias sus mascotas.
  1. Tensión vs relajación: Algo tan sencillo como tensar todo tu cuerpo durante unos segundos y después relajarlo, contribuirá a relajar tu organismo, repítelo las veces que necesites.
  2. Canta que te canta: Si eres muy espiritual puedes decantarte por los mantras más profundos de la cultura Hindú, si todavía no llegas a este nivel, escoge canciones que te gusten por su ritmo o letra y no te cortes. Canta cuantas veces quieras.
  1. Pinta y repinta: Pintar te relajará ya que fijarás tu atención en el cuidado del dibujo, puedes escoger entre cientos de libros de mandalas con mil dibujos, incluso encontrarás libros para pintar palabras con insultos, como lo oyes, está todo inventado. Déjate llevar por tu propia creatividad y personalidad, y saca el artista que llevas dentro.
  1. Respira: Por supuesto, aunque aparezca en último lugar es el método más recomendable y fácil de practicar. Inspira por la nariz con control en 4 tiempos, práctica un segundo de retención y espira en otros 4 tiempos, siempre por la nariz. En cuanto a respiraciones o pranayama en yoga tienes muchísimas opciones. Descubre algunas más en Widemat.

Espero que te haya sido de gran utilidad este post. No te creas nada de lo que has leído, simplemente pruébalo, y si funciona ya sabes, recomienda.

Yo he probado todo y por eso lo recomiendo.

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